Los desheredados, los trabajadores, los proletarios, los desposeídos de todo, de pan y de ciencia, de abrigo y de arte; los indigentes del mundo, sin tierra, sin libertad, sin justicia, sin amor, esos están con nosotros, esos forman nuestra legión, la fuerza que promueve el progreso, la fuerza que crea la riqueza sin participar de ella; pero que ahora, desengañada y desencantada, comienza a volver la espalda a los redentores de toda laya, ve con desconfianza a los jefes y a los mesías, porque ve en todos ellos a embaucadores y futuros tiranos, y dirige sus pasos de gigante hacia donde brilla el magnifico sol de la anarquía al grito prestigioso de: ¡Tierra y Libertad!10154254_1582479038659046_4294497824595409093_n

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